domingo, mayo 28, 2006

Nadie entiende.


Tampoco pretendo que lo hagan, pero cuando vienen con su "vale por un abrazo compasivo" me dan ganas de salir huyendo... o morir de risa. Lo que salga primero.
No me diga que ya vendrán tiempos mejores, porque ya son bastante mejores. Sábado de funerales y de comida italiana, de coronas de flores y pasta por montones.
No sufro de amores ni de olvidos, por eso son tiempos mejores que otras veces. O que todas las otras veces de primavera otoñal, o como sea.
tengo un dolor de oídos que no me deja pensar bien las cosas. Se me pierden las respuestas que no quiero saber de todas formas. Como burbujas de Quix en verano, que se estrellan contra el suelo o las ventanas, como nos estrellamos nosotros contra la verdad irrefutable. Los hechos, los hechos. A veces creo que están ahí para recordarnos que somos desechos. Quizás lo que sobró de algún mal sueño de alguien. De Nadie. De nada. Gracias.
Me acordé que yo quería ser Tadao Ando, no tan famosa, sí tan lúcida, creativa, genial. No me resulta. Pero Karen está bien, me gusta. No todas las veces, pero más que a veces. Digamos, casi siempre. I'm clever. Y huelo bien. Lo tengo todo.
Me acompaña a dar un paseo? Podríamos cantar canciones que no nos sabemos. A mí me parece un plan perfecto, de ésos como para salir a bailar a medianoche o cantar serenatas escondidos en el baño.
Cuéntame un cuento y yo te regalo una canción.
Las promesas son para romperlas, como las reglas, pero más dolorosas. Aunque no siempre.
Promete sólo aquéllo que estés dispuesto a romper.
Cántame las canciones que no se inventarán jamás. Así todo es más emocionante. Así todo es más invernal. Para la ocasión. Como vestido dominical.

De funerales y spaghetti. De ésos yo ya tuve demasiado.

jueves, mayo 18, 2006

Ser o no ser... qué vaina!


Ser, deber ser, el dasein... Ser o no ser, no entiendo ni una custión!
Me declaro incompetente en materias filosóficas. He descubierto que no razono. No me sale eso de filosofar por la vida, de la vida o de la no vida. Las cosas son como son y ya! Dejé de hacer teorías respecto a todo desde que me enrostraron mi no-felicidad, después de elaborar toda una teoría estúpida de la felicidad. Fue como que el Papa se casara con alguna modelo famosa o Bush decidiera retirar sus tropas de Irak.
No filosofeo, sería mucha osadía de mi parte. Dejemos que Platón y Kant hagan de las suyas, prefiero tocar la ocarina.
Esta ha sido la semana de las epifanías, aunque más que epifanías han sido deja-vùs. Me rindo ante los hechos, ya no me queda nada por descubrir. Dígame algo que ya no sepa o dígame la respuesta que sé que no voy a tener.
Mezclemos un poco las cosas, las materias de la vida son más bien "transversales".
El amor no es para mí o... yo no soy para el amor. No me quiera! Se lo advierto. Puedo hacer que me odie sin siquiera proponérmelo. Puedo, incluso, odiarlo yo a usted primero.
Teoricemos de la vida. De ser persona individual y no universal. Yo prefiero ser persona-universo. Entonces, es usted objeto o sujeto? Sea mejor universo no universal. Persona unipersonal.
Mejor como el Barón Rampante de Ítalo Calvino. Ha leído usted el libro? Vamos de árbol en árbol, sin poner jamás un pie en la tierra. Cómo hacemos para vivir casi en las nubes sin perder de vista el suelo? Si ese es el dilema. No pierda la perspectiva. Línea del horizonte para cada croquis. Hágame un bosquejo de su vida...
Imagine una mañana sin capuccino.
Imagine a los Beatles sin John Lennon.
Los Buggles cantaron primero "video kill the radio star".
No soy filósofa, ni lo pretendo. Pero veremos qué se puede hacer al respecto.
Usted no se enamore ni nada parecido. No de mí. Por ahora, al menos. Ni mañana.
Ya estoy satisfecha, gracias.

miércoles, mayo 03, 2006

Yo iba a ser bombero...

Cuando tenía 5 ó 6, pensaba seriamente en la posibilidad de ser bombero o enfermera. Cualquier cosa que, visto ahora, pareciera emocionante y altruísta, claro que en esos momentos sólo pensaba en lo emocionante de apagar incendios y poner inyecciones o parches curita.

Resulta que la vida se pone un poco más complicada a medida que pasan los años. No basta con salvar vidas, además tienes que pensar en mantener una familia o mantener tus exóticos gustos que surgen con el tiempo.

A los 14 debes pensar como persona responsable que va a dar la paa o psu (lo que sea) en un tiempo más, para entrar en una universidad. Eso de "tener un título" se convierte en la máxima prioridad (como el petróleo de Irak para Bush).

Yo estudié en un colegio de monjas, de ésos de puras niñas, donde te preparan para ser una "señorita bien". En 5º aprendí a bordar, en 6º a tejer y en 1ºmedio a poner la mesa. De eso, hoy sólo rescato que los tenedores van a la izquierda y el cuchillo a la derecha.
Es contradictorio; por un lado te preparan para ser el ama de casa perfecta; pero por otro, te meten en la cabeza la idea de ser profesional independiente y, por sobre todo, competitiva. Sí, te terminan lavando el cerebro. La sociedad jala muy fuerte.

Poco a poco, me fui dando cuenta que el ser bombero de tiempo completo no iba a comprarme un auto, ni la casa, ni la ropa. Admitámoslo: nadie quiere morir de hambre (o transar el i-pod y el departamento propio)
Además, el traje rojo no es muy sexy. No importa lo que las películas porno digan al respecto.

Primero crees en el Viejo Pascuero, hasta que un día descubres a tus padres metiendo los regalos furtivamente a la casa. Primero quieres ser bombero y después te das cuenta que sería mejor ser arquitecto, eso pagaría tus gustos y te daría estilo. O quizás ingeniero o, por qué no?, periodista. Que tampoco está tan mal trabajar en un diario o una revista. Probablemente serás cesante largos períodos de tu vida, pero el cartón en la mano parece darte la seguridad (o la ilusión... al menos) de que no tendrás que pararte en la esquina a pedir dinero con un tarrito que diga "bombero, chico bueno"

Y, al final, puede que nunca dejes de querer ser bombero. Sólo que haces una escala para cumplir con las formalidades de la sociedad, antes de, por fin, enfundarte en tu traje rojo y partir a apagar incendios.

lunes, mayo 01, 2006

De cursilerías


Falta de concentración, personalidad dispersa. O quizás aún no aprendo a poner bien las prioridades en mi vida.
Cómo va la suya? Entre tanto papel de color y tijeras brillantes, tiene tiempo para conversar con los amigos? Me pregunto si, al igual que yo, deba usted esperar a que llegue la primavera para poder enamorarse.
Sabe? Yo ya quiero encontrar un amor de girasoles y caminatas otoñales.
No, no es urgente. Es que a veces me impacienta un poco tener que esperar hasta la primavera. Un amor otoñal me vendría de maravillas!
Fin de semana de cursilerías. De tacones altos y labios rojos. De extrañar un poco y de olvidar... no tanto.