La gente muere. Es la ley de la vida, hagas lo que hagas vienes con la fecha de vencimiento rotulada en algún lado. Sólo queda esperar y aprovechar los días lo mejor posible para que no te pille desprevenido. O, si así sucediera, al menos te mueras relativamente tranquilo pensando que no tienes demasiados asuntos pendientes.
Me da por cuestionarme eso de la vida después de muerte. Como católica y esas vainas, debería aceptar las enseñanzas del Jefe y seguir con mi vida, sin perder tiempo buscando respuestas que están escritas y recopiladas en ese interesante libro llamado "La Biblia".
Pero no puedo simplemente cruzarme de brazos y ponerme conformista. De verdad me intrigan este tipo de cosas. A veces me pregunto si no será sólo ese gusto que tengo por complicarme la vida.
Quizás, si lo pienso, debería dejar de pensar en lo que habrá después de la muerte y comenzar por aprovechar los beneficios de estar viva... o lo que sea que es esto de repirar smog a diario y vivir atado a horarios.
Si lo pienso mejor, de qué diablos me serviría saber lo que viene después? Ni siquiera puedo llevarme conmigo mis libros favoritos o mis cds de música.
Lo que a mí, a fin de cuentas, me complica es eso de que si existe vida después de la muerte, para qué diablos nos pasamos tanto tiempo en la tierra agarrándole cariño a la gente? No sé si pensar que es injusto o sólo una pérdida de tiempo. O ambos?
Me intrigan las cosas "divinas". Pensar que hay un "alguien" o un "algo" que controla de alguna extraña manera mis pasos, me hace sentir que no tengo el control suficiente sobre mi vida. Bueno, de hecho, NO tengo, y nunca he tenido, suficiente control sobre ella. Pero el punto es que pensar que hay un ser superior del que sólo sé su existencia porque unos personajes barbudos se sentaron a escribir sobre él (o Él), no me deja más tranquila.
"Felices los que creen sin haber visto". Estoy condenada a la infelicidad eterna...
Bueno, tampoco es que pretenda que se aparezca Dios y me diga "Heme aquí; ahora cree, pecadora infiel!" con voz de ultratumba entre una nube de humo y con música de fondo. No. Es que, dicen tantas cosas que debemos sólo aceptar sin cuestionarnos!!
Prefiero tener estos debates existenciales conmigo misma, que ser una oveja más del rebaño. Prefiero conversar con un sacerdote de vez en cuanto bombardeándolo de preguntas, que ir todos los domingo a misa a golpearme el pecho y rezar un Padre Nuestro sin siquiera detenerme a procesar lo que estoy rezando.
Pero siempre quedan las preguntas como: qué hay después de la muerte? No importa cuántas veces ni cuántas personas se lo preguntes.
Eso me pasa por copuchenta...